
28 Abr ¿Cómo sobrellevar la muerte de una mascota?
La pérdida de una mascota sin establecer comparaciones ni criterios de comparación con otras pérdidas, es sumamente dolorosa, porque esos compañeros de alegrías y tristezas se vuelven parte de la familia.
Los perros o gatos como compañeros elegidos más comúnmente, nos brindan todo el tiempo sentimientos y emociones de amor, compasión, ternura, cuido y hasta codependencia, sin evitar aquellas emociones de cólera cuando hacen una travesura o simplemente no obedecen nuestras indicaciones.
Ellos siempre están dispuestos (los perros) a jugar, siempre están listos a recibir y a dar cariño, y el vínculo es tan grande que cuando estamos ausentes, ellos incluso dejan de comer por tristeza.
Son una gran compañía, están siempre ahí velando la comida, moviéndonos la cola cuando llegamos, llevando su juguete favorito, alguna presa del jardín o un palito seco para nosotros. Ah! Y qué decir cuando les ponemos la correa para salir a dar un paseo al parque! !No caben de emoción!
Y es que esos compañeros que a veces pueden vivir una larga vida, son parte de la familia, son puro amor, y pueden incluso, compartir nuestros estados emocionales.
Cuando nuestras mascotas mueren sea de forma asistida o no, es sumamente doloroso, dejan un vacío en nuestras casas y nuestros corazones.
¿Cómo sobrellevar esta pérdida? pues, como siempre digo, viviéndola sin resistirnos, aceptar lo que sentimos.
Si estuvimos durante la muerte asistida, hay además un trauma y sentimiento de culpa que tratamos de mermar con cientos de justificaciones sobre que era lo mejor, sufría mucho, y así, o también puede que sintamos cólera con el veterinario porque no logró salvarle la vida.
A algunas personas les es muy difícil mantener el vacío en casa, y, de inmediato sustituyen a la mascota por una nueva compañía, y eso les es de mucha ayuda, el traslado del amor de su mascota fallecida hacia un cachorrito que demandará atención y cariño. Es como un volver a empezar, pero hay que saber cuándo hacerlo, y será justamente al haber superado el duelo, preferiblemente.
Otro elemento que puede servir mucho es deshacerse de las cositas de la mascota fallecida, que será muy doloroso, pero es parte de «desprenderse» de ella.
Y algo que sirve mucho durante todo tipo de pérdidas es hablar de lo que sentimos con personas de nuestra confianza, es importante expresarnos y no reprimirnos.
Algunas personas no entenderán nuestro dolor y dirán que es exageración, con esas no hay que hablar, y que no te afecte lo que digan. Por el contrario, hay que hablar con personas que sean empáticas y permitan que seamos escuchados y apoyados en esos momentos de dolor.
He vivido la pérdida de perritos, ahora tengo a uno con 13 años y el otro de 9, y los disfruto a cada momento con alegría, me gusta de ellos no solo su amor incondicional, sino, el hecho de vivir solo el hoy, despreocupados.
Y, para cerrar, les dejo una breve reflexión que he aprendido con mis pérdidas, y con la vida que de repente se pone sumanente dura y complicada: «Nada nos pertenece» en realidad he aprendido a contar como bendiciones a cada una de las personas que me rodea, a cada muestra de afecto, al techo que me cubre y a mis queridas mascotas, y hay que disfrutarlas tanto como podamos mientras podamos, y agradecer por cada momento vivido, cada aprendizaje, cada alegría y tristeza.
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