¿Existen fórmulas para vivir el dolor?

La vida es una enorme combinación de alegrías, penas, triunfos, fracasos, complicaciones y facilidades. La imagino como un sube y baja, como caminar sobre una cordillera, subiendo y bajando, avanzando y deteniéndonos.

Así como vivimos alegrías y el amor, es inevitable vivir el dolor. Y ese dolor que vivimos viene de diferentes causas, percepciones, daños y pérdidas.

Vivir el dolor es necesario, y aunque nuestra primera reacción es bloquearlo, hacernos los fuertes, e, incluso, evitar mostrar lo que sentimos, solamente porque “tenemos que aguantar”, porque en mi familia somos guerreros y aguantadores; debemos vivirlo.

A ver, cuando rompemos una relación amorosa, cuando nos alejamos de una amistad, cuando perdemos el trabajo, enfrentamos duelo, y con ese dolor vienen a la par otras emociones que se pueden volver una gran bola de nieve que consiga llevarnos a un completo desequilibrio.

Como hemos dicho antes, nadie vive de la misma forma el duelo, porque la vivencia de la pérdida es personal. Por ejemplo, los hermanos no viven igual el duelo, puede que uno reaccione aislándose, otro con una tremenda rabia, y otro, necesitado de otras personas.

Así es que no existen fórmulas para vivir el duelo, solo hay que permitirnos vivirlo. Es una prueba muy dura que puede darnos aprendizaje o hundirnos profundamente.

Hablar con otras personas que viven o han vivido duelo, puede ayudar, hablar con alguien que sepa escucharnos, también. Tratar de ir retomando poco a poco la vida también.

Hay ocasiones en que reaccionamos frente al duelo ocupándonos completamente, trabajando el doble para no sentir, pero, esto en algún momento va a detonar porque oprimimos lo que sentimos y va a salir mas tarde o más temprano, sea con crisis de ansiedad, depresión o furia.

Y, como no hay fórmulas, solo te recomiendo, vivir ese dolor, es necesario, observar lo que sientes y por qué, pues ahí estará la clave de lo que realmente te está afectando de la pérdida. Y, si sientes que realmente no te es posible salir de ahí, busca ayuda, es de valientes, pero también de personas que reconocen su alcance en ese momento con humildad.

¡Vas a superarlo aún sin fórmulas! ¡Tu puedes!