
28 Abr ¿Qué decir o hacer para ayudar a una persona que enfrenta duelo?
El duelo es una reacción natural cuando nos enfrentamos a una pérdida, sea de seres queridos por causa de muerte, sea de un trabajo, la salud, relaciones de pareja, amistades, el cambio de un lugar de residencia nuestra o de un ser muy querido. También se sufre duelo por la muerte de una mascota.
Y ¿Cuál es nuestra reacción cuando vemos a alguna amiga, amigo, familiar o conocido que está pasando por duelo? Seguramente decir cosas que pensamos que le servirán de consuelo. Pero, sabes que, a veces ayuda más el silencio porque la única persona que sabe cómo se siente, qué necesita escuchar es la doliente.
Es muy común recibir comentarios inadecuados, que, por ejemplo, yo recibí durante una de mis pérdidas, que en realidad me hicieron sentir mal y los comparto a continuación, para que no caigamos en el error de decirlas: ¡Por lo menos ya no vivías con el y así duele menos, no te hará falta! o escuchar: ¡Ahora si podrás hacer tal o cual cosa!
Escuché, además el caso de una señora que tuvo un embarazo gemelar, pero al final solo uno consiguió nacer. Ella tuvo que enfrentar junto con su dolor, comentarios como: “Por lo menos te quedó uno”. Es un comentario doloroso y poco empático, porque, aunque “le quede uno” ella esperaba a dos bebés, y, solo una madre sabe lo que significa perder a un hijo no nacido. Igual es el caso cuando la madre que lleva en el vientre una vida, ésta no llega a buen final, y que enfrenta comentarios como “aún eres joven podrás tener muchos hijos». Son opiniones completamente inadecuadas y poco empáticas, que se dicen de buena fe y con el deseo de “calmar” el dolor, pero resultan indeseables para la persona que sufre una pérdida.
Mis recomendaciones de cómo actuar para realmente apoyar a una persona que enfrenta duelo, y también tomar en consideración aspectos importantes tales como:
Ofrecer apoyo a partir de lo que la persona requiera.
Escuchar pacientemente a la persona doliente, quien tiene una extrema necesidad de hablar siempre de su pérdida, de sus experiencias y la forma de ser de la persona que ha fallecido – esto puede durar semanas o meses.
Comprender que el duelo es un proceso que inicia cuando sucede la pérdida, y que la necesidad de apoyo estará ahí aun después de varias semanas o meses.
No pensar en forzar a la persona en ningún momento a vivir una etapa del duelo, será imposible.
Aceptar que la persona llore cuantas veces necesite.
Respetar también si la persona no llora o no puede expresar lo que siente.
Respetar el silencio de la persona doliente.
Respetar también si la persona doliente se aísla. Debemos comprender que necesita su espacio para sanar.
La forma de pensar de la persona doliente puede ser mucho más elevada en ese período y con un enfoque más profundo en lo espiritual. Si se encuentra en un chat grupal, es importante tener consideración en ese sentido; si el encuentro es presencial, evitar bromas o conversaciones fútiles, a menos que la persona de pie a ello.
Los primeros 15 a 30 días después de la pérdida serán los más duros. En ese período, es común que las personas dolientes quieran compartir entre ellas mucho más tiempo de lo normal.
Entre dolientes nos entendemos mejor, porque hay más libertad de conversar y una gran necesidad de compartir tiempo entre sí. Por lo que es recomendable generar espacios de autoayuda con personas que viven duelo.
Algo que es de suma importancia y apoyo, y que, podemos ofrecer con mucho amor a las personas dolientes es la oración, pues lo que más necesitarán es fortaleza para sobrellevar su pérdida. Seamos empáticos, el silencio y un abrazo son de suma ayuda versus las muchas palabras.
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